Finalmente quedó atrás el año 2020, marcado por inéditos acontecimientos que han cambiado a la humanidad completa. Ayer apenas arrancábamos el mes de enero del año 2020, llenos de optimismo, como cualquier otro nuevo año, donde tenemos una página en blanco para ser escrita, con todos los objetivos y metas que nos motivan a crecer como seres humanos.
Este año, enero 2021, esa misma página, se ve un poco sesgada por las lecciones aprendidas durante todo el año 2020. Sumando a ello, la incertidumbre de lo que presenta éste nuevo comienzo.
Efectivamente hubo lecciones aprendidas, podemos citar entre otras, el asombro de la humanidad completa de surgir a nivel mundial una pandemia de la cual ningún país ha quedado exonerado. Ello ha llevado a que las sociedades se hayan tornado más resilientes. Nos ha tocado reinventar la forma en que hacemos muchas de las actividades cotidianas, tal vez lo más difícil, la pérdida de vidas humanas, fruto de tan misterioso virus.
Conocemos el principio de la enfermedad, sin embargo desconocemos cómo será el desenlace de la historia.
Nos queda únicamente seguir aprendiendo todos los días, un día a la vez, las lecciones que en todos los ámbitos de la vida nos trae el nuevo amanecer. Una de ellas es la capacidad de adaptarse y entender que hay que buscar nuevos caminos para lograr materializar los mismos objetivos. Otra, desarrollar una virtud tan olvidada como la paciencia, cuando antes lográbamos lo que buscábamos con solo oprimir un botón. Así mismo, queda recordar que somos humanos, que es parte de un proceso de aprendizaje inherente a nuestra misma naturaleza y, finalmente, que la vida sigue con sus circunstancias, muchas de ellas que no podemos cambiar, quedando solo en nuestras manos la actitud con la que podemos encarar los nuevos embates que presenta nuestra existencia.
Animo, no importa que, el mejor momento de la vida es siempre el ahora!
Feliz año,