Recientemente el Instituto Nacional de Bosques -INAB- informó que, durante el recién pasado año 2021, reportó la Certificación de 45 796 proyectos del programa de incentivos para propietarios de extensiones de tierra con vocación agroforestal. En este sentido se indicó que la acreditación de los incentivos forestales ha sido esencial para la reactivación económica y el desarrollo de las familias en sus comunidades.
Asimismo, se indicó que en atención a la Ley de Fomento al Establecimiento, Recuperación, Restauración, Manejo, Producción y Protección de Bosques (PROBOSQUE), se logró beneficiar a más de 70,000 familias con una inversión importante por parte del Estado. Se plantaron alrededor de 400,000 árboles, durante 777 jornadas, en las que participaron aproximadamente 26000 voluntarios.
Finalmente, también se indicó que uno de los aspectos más importantes fueron la presentación y divulgación de los planes de prevención de los incendios forestales creando una cultura para evitar dichos siniestros. Recordemos que los incendios forestales producen daños irreparables impactando y destruyendo de manera evidente el ecosistema, el suelo y el propio paisaje. Dentro de sus consecuencias más perjudiciales figuran el daño a la salud de los seres humanos, así como la muerte y destrucción de la flora y fauna; adicionalmente, y no menos importante es el gran impacto de la fuerte emisión de CO2 y otros gases a la atmósfera. En este sentido, es importante mencionar que, del estudio y análisis de datos durante los últimos años, se ha logrado comprobar que la gran mayoría de incendios forestales proviene de factores humanos y no naturales; de allí la importancia en crear conciencia sobre la gravedad de estos siniestros, a la vez de difundir y propagar medidas y planes eficaces de prevención.