OctubremesdeprotestasJEB

Octubre un mes de grandes repercusiones para nuestro país.

El mes de octubre pasado se vio empañado por una serie de eventos que han tenido profundas ramificaciones para toda Guatemala.

Si, efectivamente ha habido un movimiento ciudadano, promovido por una ardua fatiga   social por los constantes abusos de los gobernantes de turno. Ello no solo en relación a la constante agenda de corrupción de la clase política, sino también, a la posible hipótesis de un fraude electoral en las elecciones realizadas en el mes de junio y agosto últimos.

El comportamiento popular instado por un profundo descontento se dio a la labor de promover protestas pacíficas, a efectos de externar su malestar ante los anteriores sucesos. Estos eventos desafortunadamente han pasado a ser el fruto de una total discordia entre los guatemaltecos, pues su pretexto de manifestar pacíficamente, diferentes sectores han utilizado ese mecanismo para producir inestabilidad política y social, reduciendo dicho derecho constitucional, a la actividad de bloqueos promovidos por el uso de la fuerza, para limitar la libre locomoción de personas y todo tipo de bienes en las principales arterias del territorio nacional.

De este hecho se pueden desprender varias hipótesis, me permito enumerar dos de ellas:

La primera, es preocupante como en cuestión de horas han logrado orquestar una minoría de la población (se estima que, en total, el grueso de personas participando en estas actividades no superaba las 5,000 personas), con el objeto de no solo manifestar, sino producir presión a todos los sectores sociales, bloqueando carreteras y bulevares de alto tráfico, a efectos de alcanzar un objetivo específico, la renuncia de la actual Fiscal General de la Nación.   Me refiero a preocupante pues pareciere que cualquier grupúsculo de personas con una buena organización, logra llamar la atención de todo el país por medio del mecanismo de los bloqueos.  Imaginemos que pudiere acontecer en un futuro si esta iniciativa se convierte en un mecanismo de presión para alcanzar otro tipo de objetivos no alineados con los intereses de la mayoría de los guatemaltecos.

Segundo, el trasfondo económico de dicho evento al limitar la libre locomoción de personas y todo tipo de bienes.   Pareciere que efectivamente las personas incitadas no solo a manifestar pacíficamente, sino a limitar la locomoción, lograron menoscabar profundamente la actividad económica del país.  El daño que sufrió nuestra Guatemala durante esas casi dos semanas de inactividad ha sido irreparable.  Me permito aseverar que ni durante los meses de pandemia hubo un efecto tan negativo en la economía con en el pasado mes.

Finalmente, la presión ejercida fue bastante imperante; más el resultado esperado no llevo al objetivo que se pretendía alcanzar.

Es ineludible la lucha contra la corrupción y el respeto al estado de derecho, más aún la lucha por la democracia y el sistema democrático de elección popular.  Estos más que principios, son valores que nuestra sociedad tiene que defender todo el tiempo, a todo momento, es un compromiso ciudadano que se gana con el ejercicio de su escrutinio.

Hoy, dos semanas después de dichos eventos, se espera una importante recuperación económica.  La población necesita trabajar, el trabajo es lo que saca adelante a nuestro país.  Si, tenemos que pelear y defender nuestra democracia cuando esta está en riesgo por la más pequeña amenaza. Así mismo, fortalezcamos nuestra democracia cuando se pone en práctica con eventos y opiniones que no son exactamente las de la mayoría de los guatemaltecos.

¡Trabajemos en coincidir en que es lo que realmente queremos!