14

Una economía que no cesa de pujar

Arrancando el mes de febrero, al año toma un poco más de perspectiva ante las condiciones que han dictado las autoridades sobre el tema del COVID-19.

La ciudadanía  siempre cauta, sigue en su lucha diaria de ganarse el día a día, tomando las precauciones que significa salir a las calles.

Esta realidad hace que pase desapercibido el hecho que nuestra economía se ve profundamente convulsionada por dos grandes fuerzas.

La primera, un presupuesto nacional que casi llega a los Q.100,000 millones, mismos que son inyectados al sistema todos los años y que tienen que ser ejecutados en su gasto,  tal vez no al ciento por ciento,  pero si fraguando por todos los segmentos sociales de nuestro país en su proceso.

La segunda,  el efecto que produce en el sistema inyectar al año en exceso de Q.75,000 millones, provenientes de las remesas del extranjero.

Ambas cifras de dinero que  recibe año con año el país, están orientadas a alimentar un ciclo de consumo que fortalece nuestra economía.

Por un lado,  el sector industrial con una marcha galopante produciendo bienes bajo una espiral de generación de riqueza, trabajo, IVA, ISR, IGSS, etc.., haciendo presión en la fuerza laboral  buscando incrementar la demanda de recurso humano y mejorar por ese proceso selectivo las consideraciones de sus colaboradores.

Por otro, el comercio, haciendo su parte con el intercambio de bienes y servicios que cada día están más a la mano de más guatemaltecos.

Finalmente, las instituciones que se ven obligadas a caminar al ritmo de la dos anteriores, entendiendo que nuestra economía demanda una dinámica que permita llevar más a más personas dentro y fuera del territorio nacional.

Este fenómeno pasa desapercibido todos los días;  cada vez que salimos de nuestros hogares  tomamos el reto diario de ganarnos el sustento, formando parte de esta increíble cadena de generación de riqueza.

Sigamos adelante!